LA DEPRESIÓN POSTPARTO

Vamos hoy con un post de los científicos, sobre un tema que frecuentemente queda olvidado y no recibe la suficiente atención ni por parte del entorno de la mujer que acaba de convertirse en madre ni de los profesionales que nos dedicamos al control del embarazo, la depresión postparto. Y por qué ocurre esto? Pues supongo que por parte de los obstetras lo podemos atribuir a que seguramente dejamos en un segundo plano el puerperio o postparto, es decir, una vez hemos conseguido nuestro “objetivo” de mamá y bebé sanos en su casa, se nos olvida pensar que pueden surgir problemas en las primeras semanas de esa recién estrenada maternidad. Por parte del entorno de la mamá, cómo van a pensar que ésta puede estar más triste de lo normal, que puede estar sufriendo en silencio? Acaba de ser madre, en teoría empieza la época más feliz de su vida, no? Y eso mismo le pasa a la propia madre, que es muy normal que no se atreva a verbalizar su estado de ánimo…..tiene a su bebé, ha de estar feliz sí o sí, no??? Pues a veces las cosas no son o blanco o negro, y en estas primeras semanas o meses de la maternidad puede aparecer una depresión postparto.

Voy a intentar explicaros de forma muy sencilla en qué consiste la depresión postparto y cuándo realmente nos hemos de preocupar y buscar ayuda, espero que os resulte útil.

depresión postparto
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Empezamos?

Primero de todo, es importante hacer una diferenciación entre la melancolía postparto o babyblues, la depresión postparto y la psicosis postparto. Son tres entidades de la misma “familia”, pero con consecuencias y tratamiento bien diferentes:

 

  • BABYBLUES: Es una depresión leve y transitoria que ocurre a los pocos días del parto. Es muy frecuente, pues puede afectar hasta al 75% de las mujeres que han sido madres.

No se ha visto una asociación clara ni con el tipo de parto (vaginal o cesárea), ni con el tipo de lactancia (materna o artificial), ni con posibles complicaciones en el embarazo o el parto. Tampoco parece tener relación con la clase social, la personalidad de la paciente o con si es su primer parto.

Parece que como factores predisponentes se podrían tener en cuenta las molestias físicas del postparto, la ansiedad que puede provocar el no saber cómo atender al bebé o la falta de sueño, así como un cierto decaimiento después de la euforia inicial.

depresión postparto
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Clínica y tratamiento:

  • Los síntomas típicos son labilidad emocional, llanto fácil, ansiedad y dificultad para conciliar el sueño. Suele aparecer al 3º-5º día del parto, y lo más normal es que se resuelva hacia el décimo día de forma espontánea. Si persiste más allá de 15 días, es imprescindible hacer una consulta al médico, pues puede estar anunciando un episodio de depresión mayor. Se cree que aproximadamente el 20% de las mujeres que presentan babyblues pueden acabar desarrollando una depresión postparto.
  • Como se suele tratar de un episodio leve y autolimitado en el tiempo, no se considera necesario hacer ningún tipo de tratamiento ni consultar al psiquiatra, pero sí que es importante dar algunos consejos a la madre el día de darle el alta en el hospital, y explicarle qué síntomas se consideran “normales” y cuáles deberían hacerla consultar al médico.

 

  • DEPRESIÓN POSTPARTO: Puede llegar a afectar hasta al 10% de las madres recientes, y presenta una clínica muy similar a la depresión mayor que puede ocurrir en cualquier otro momento de la vida. Los síntomas son también muy similares. En la mayoría de casos (60-70%) será el primer episodio de depresión que presente la paciente. Si en un primer postparto apareció una depresión, el riesgo de que aparezca en el segundo es de casi el 50%.

Las causas no están bien identificadas, pero sí es cierto que se conocen factores predisponentes: antecedentes de patología psiquiátrica en la mujer, falta de apoyo por parte del entorno, embarazo no deseado y factores estresantes concomitantes.

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Clínica y tratamiento:

  • Los síntomas suelen aparecer al cabo de un mes del parto, pero suele alcanzar su máximo alrededor de los 4-5 meses después del nacimiento. Y en qué consisten? Pues son similares a los de la depresión: ánimo deprimido, pérdida de interés, aislamiento social, cansancio, problemas del sueño, alteraciones del apetito, sentimiento de culpa excesivo, desamparo y pensamientos recurrentes de muerte.
  • Es típico que la paciente no quiera expresar lo que le está ocurriendo por vergüenza, miedo o sensación de culpa. Si a esto le sumamos que el obstetra está poco acostumbrado a pensar en esta enfermedad, es frecuente que el diagnóstico, y por tanto el tratamiento, se instaure de forma tardía. Es importante que en la visita de la cuarentena el ginecólogo hable con la paciente sobre su estado de ánimo y cómo está llevando la recién estrenada maternidad.
  • Una vez establecido el diagnóstico, es importante empezar el tratamiento lo antes posible, para evitar que la paciente entre en una depresión crónica y recurrente y que esto repercuta en la atención al bebé. El tratamiento debe incluir una parte de psicoterapia de apoyo y otra parte de medicación antidepresiva que pautará el psiquiatra. Hay diferentes fármacos que se pueden utilizar sin riesgos para el bebé en el caso de que la madre esté con lactancia materna.
  • En pacientes que han tenido una depresión tras el primer parto es importante iniciar un tratamiento preventivo en el segundo embarazo, pues el riesgo de recurrencia es muy alto. Lo ideal sería ofrecer tratamiento de apoyo psicológico a estas pacientes durante el embarazo o al menos durante las primeras semanas del postparto.

 

  • PSICOSIS POSTPARTO: Es una enfermedad psiquiátrica grave, con una incidencia aproximada de 1 cada 1000 embarazos. Supone una auténtica urgencia psiquiátrica, pues compromete el pronóstico de madre e hijo. El riesgo de suicido es elevado.

Cursa con síntomas como excitación, alucinaciones, delirios, agitación e hiperactividad. Es habitual la aparición de episodios maníacos (que se caracterizan por la exaltación, inestabilidad emocional, fuga de ideas y distracciones, hiperactividad…) después de unos días de reducción de las horas de sueño. Suele alcanzar un punto máximo entre el 5º y el 10º día postparto, y normalmente remite al cabo de unas semanas.

Para un correcto tratamiento suele ser imprescindible un ingreso hospitalario, en el que se hará tanto terapia psicológica como farmacológica.

Si bien es una entidad muy poco frecuente, los obstetras no podemos olvidarnos de su existencia, y si por casualidad vemos a una paciente en urgencias o en consulta con síntomas que nos hacen sospechar, deberemos poner en marcha un protocolo de actuación que incluirá el contacto inmediato con una unidad de psiquiatría y el ingreso de la paciente.

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Pues bien, aquí acaba el post de hoy sobre la depresión postparto, espero que os haya resultado útil. Con él he querido explicar una patología que frecuentemente dejamos olvidada, y que en el fondo es relativamente frecuente. Así, no tengáis ni miedo, ni sentimiento de culpa ni vergüenza si durante la primera semana de vuestra maternidad os notáis “sensiblonas” y con ganas de llorar en situaciones de lo más variopintas, seguramente se tratará de un “babyblues”. Ahora bien, si veis que los síntomas os duran más de quince días, no dudéis de consultar a vuestro médico, ok? Podría ser una depresión postparto, y lo antes que la diagnostiquen y se empiece el tratamiento, mejor para la mamá, para el bebé y para su entorno!

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